Todo sucedió en la ciudad de El Alto. Allí, ambos bandos se pelearon durante horas con piedras y palos. La policía lanzó gases lacrimógenos.
Hubo fuertes choques en las afueras de La Paz.
En medio de una fuerte tensión, se registraron este domingo violentos choques callejeros entre seguidores del presidente boliviano Luis Arce y su antiguo aliado Evo Morales, que dejaron ocho heridos en la ciudad de El Alto. Allí, en las afueras de La Paz, debe cruzar una marcha del expresidente y miles de sus partidarios camino a la capital.
Los simpatizantes del mandatario de Bolivia se concentraron en una avenida de la zona Ventilla, en la ciudad de El Alto, para oponerse a la caminata de Morales, que comenzó el martes en el poblado de Caracollo, 190 kilómetros al sur. La movilización del exmandatario tiene previsto llegar el lunes a La Paz.
Allí, fueron hostigados por simpatizantes de Morales. Luego, ambos bandos chocaron durante horas con piedras, palos y petardos. La ministra de Salud, María René Castro, informó que hubo ocho heridos.
La policía lanzó gases lacrimógenos
Equipos antimotines de la policía se desplazaron al lugar para dispersar a los dos grupos con el lanzamiento de gases lacrimógenos.
El Defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, señaló que “vecinos están enfrentados, aparentemente con funcionarios que estarían hostigando a la población. Quiero pedirle al gobierno que desmovilice a los funcionarios públicos”, añadió.
El gobierno de Arce y su exaliado Morales se acusaron de generar un clima de violencia.
Arce y Morales están enfrentados por la candidatura presidencial oficialista para las elecciones de agosto de 2025, aunque solo el líder cocalero anticipó que quiere postularse. Morales y al menos 10.000 de sus seguidores arrancaron una marcha el martes desde el poblado de Caracollo hasta la Sede de gobierno, en La Paz.
El exjefe de estado aseguró que es contra la crisis económica que se manifiesta en la falta de dólares y combustibles.
El exmandatario, quien comanda la caminata, denunció que el gobierno de Arce pretende frenarlo por la fuerza y que “si hay algún herido o muerto es de responsabilidad del gobierno”. Incluso reveló que fue advertido de que intentarían matarlo y que, por lo tanto, algunos policías y militares, a quienes no identificó, le “hicieron llegar chalecos antibalas, preocupados”.