El hombre vive desde hace un año en la ciudad de Siena, región de Toscana. Creen que lo entregaron.
Nicolás Matías del Río, un argentino de 48 años que vive en Italia desde hace un año, es intensamente buscado desde el 22 de mayo en la ciudad de Siena, región de Toscana.
El hombre trabaja como transportista y su camión apareció incendiado en un descampado. La familia, que vive en la localidad bonaerense de Lanús, se enteró 8 días después de su desaparición cuando hablaron con su cuñada, quien vive en Siena junto al hijo de 9 años de la pareja. Se presentaron ante el Consulado de Italia en la Argentina para hacer la denuncia de su desaparición, pero aún no se sabe nada de su paradero.
Su hermano Ezequiel contó en declaraciones televisivas: “Como la policía de allá no nos da respuestas, fuimos al consulado el 27 de mayo. Hablamos con el jefe de los carabineros. Le contamos lo que pasó, nos pidieron los datos y nos dijeron que se iban a comunicar con nosotros si se enteraban de algo. Ya pasaron 20 días y nadie se comunicó”.
Nicolás trabajaba como chofer de una empresa de transporte y al momento de desaparecer trasladaba carteras de lujo valuadas en 500 mil euros. “Las cajas de esas carteras aparecieron a unos 400 metros del camión, que fue prendido fuego”, aseguró Ezequiel.
Con la última persona que Nicolás tuvo comunicación ese día fue con su jefe. “Estaba haciendo un reparto y fue a buscar esta mercadería. Al parecer, cuando salió del lugar lo cruzaron y hubo una llamada de por medio con el jefe medio rara”, aseguró su hermano.
“Este tal Gony, que conocía a su jefe, le dijo que se le había roto la camioneta y que necesitaba llevar unas cajas a otro lugar”, precisó Ezequiel sobre el pedido que le habría hecho un supuesto compañero de trabajo. Sin embargo, «el jefe de mi hermano, indagando, le avisa que ese lugar había cerrado hace un año y medio: ‘¿Cómo puede ser que quiera llevar unas cajas ahí?’”.
Y continuó: “Inmediatamente lo llamó al dueño de esa empresa y este le dijo: ‘No, nosotros no estamos esperando nada’. Ahí es cuando el jefe de mi hermano lo vuelve a llamar y el celular dio apagado. Desde ese momento no se sabe más nada”.
En el lugar donde supuestamente lo cruzaron «no hay cámaras ni pudieron rastrear su celular”, dijo el hermano, y agregó: “hay un testigo que escuchó un disparo y fuertes ruidos, pero no se encontró evidencia de sangre ni cartuchos de balas en la zona”.
La familia cree que la persona que lo llamó por teléfono lo habría entregado piratas del asfalto y que lo privaron de su libertad.