Prensa Explícita La realidad al desnudo
Los tatuajes son una forma de expresión artística y personal que cada vez más personas eligen para decorar su piel. Sin embargo, antes de dar el paso y someterte a una sesión de tinta, hay algunas cosas que nadie te ha contado sobre los tatuajes y deberías saber. Aquí te las revelamos:
– Los tatuajes no son permanentes. Aunque parezca contradictorio, la realidad es que los tatuajes se van desvaneciendo con el tiempo debido a la exposición al sol, el envejecimiento de la piel y el sistema inmunológico. Además, existen técnicas de eliminación de tatuajes como el láser o la cirugía que pueden borrarlos por completo o parcialmente.
– Los tatuajes pueden causar alergias o infecciones. Aunque los riesgos son mínimos si se siguen las medidas de higiene y cuidado adecuadas, lo cierto es que los tatuajes pueden provocar reacciones alérgicas a algunos pigmentos o infecciones por bacterias u hongos. Por eso, es importante elegir un estudio profesional y certificado, y seguir las indicaciones del tatuador para la curación del tatuaje.
– Los tatuajes pueden afectar a tu salud. Algunos estudios han sugerido que los tatuajes pueden interferir con los resultados de algunas pruebas médicas como las resonancias magnéticas o los electrocardiogramas. También se ha relacionado el uso de ciertos tintes con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel o enfermedades hepáticas. Por eso, es conveniente informar a tu médico si tienes algún tatuaje y evitar los colores rojo, amarillo y verde, que son los más problemáticos.
– Los tatuajes pueden limitar tus oportunidades laborales. Aunque cada vez hay más tolerancia y aceptación hacia los tatuajes en el ámbito profesional, lo cierto es que todavía existen algunos sectores o empresas que los consideran inapropiados o poco serios. Por eso, es recomendable elegir un diseño discreto y fácil de ocultar si quieres trabajar en un entorno conservador o formal.
– Los tatuajes pueden cambiar con el tiempo. No solo por el desgaste natural de la piel y la tinta, sino también por los cambios físicos que experimentamos a lo largo de nuestra vida. El embarazo, la pérdida o ganancia de peso, el crecimiento muscular o la flacidez pueden alterar la forma y el aspecto de nuestros tatuajes. Por eso, es aconsejable elegir un diseño que se adapte a nuestro cuerpo y evitar las zonas más propensas a variar como el abdomen, el pecho o los brazos.
Estas son algunas de las cosas que nadie te ha contado sobre los tatuajes y deberías saber antes de hacerte uno. Recuerda que un tatuaje es una decisión personal y que debes estar seguro de querer llevarlo en tu piel para siempre. Y si tienes alguna duda o consulta, no dudes en contactar con un profesional cualificado que te asesore y te oriente.
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