Prensa Explícita La realidad al desnudo
La docente y excandidata a concejal tenía a su cargo cursos de jardín de infantes y primaria. En sus redes sociales le ofrecía «fichitas» a sus estudiantes.
En tiempos en los que la ludopatía infantil se convirtió en un problema en casi todos los distritos educativos del país, el caso de una docente de Salta se volvió el colmo ya que ofrecía en sus redes sociales las «fichitas» de un casino online.
De Celia A. sólo se sabe que tiene 38 años, que es de Cerillos -a 16 km de la ciudad de Salta-, y que tenía a su cargo cursos de primaria y jardín de infantes hasta que fue denunciada por su rol en la captación de menores para una plataforma de juegos de azar online.
También se supo que la maestra tiene una deuda bancaria de $ 1.700.000, y que en 2021 fue candidata a concejal en una lista del Partido de la Victoria, informó el sitio Infobae.
Promoción de rifas para colaborar con viajes escolares
Celia A. publicó una serie de promociones de ventas de rifas supuestamente para colaborar con los gastos de viajes de la comunidad educativa, pero el 10 de junio de este año, por ejemplo, compartió en sus historias el comprobante de una transferencia bancaria por $ 50.000 cuya información sensible tapó con stickers alusivos.
«¿Alguien quiere unas fichitas?», «Tu premio fue enviado», «Celu Apuestas, casino online. Recomendame» y «Sin miedo al éxito», eran los mensajes de esa publicación en particular, pero no habría sido la única.
La denuncia fue radicada hace meses por un funcionario del Ministerio de Educación de Salta. El caso quedó en manos de la fiscal de Ciberdelincuencia, Sofía Cornejo, que la investigó por «explotación ilegal de juegos de azar».
Celia A. quedó detenida tras un allanamiento ordenado por el Juzgado de Garantías N°8 del distrito Centro. En ese operativo también se secuestró toda evidencia digital o de interés para la causa.
Se espera que este miércoles se defina su situación procesal en una audiencia de imputación.
Ninguna de las plataformas de juegos de azar online tiene la autorización del ente correspondiente, por lo que se las considera ilegales. Su proliferación sin regulación alguna captó al público de todas las edades, incluido a personas menores de 18 años, que no pueden participar de esa actividad.
