En vez, el exministro de Economía recomendó «adelantar la liberalización y reunificación del mercado cambiario, aún arriesgando un salto devaluatorio».
El exministro de Economía Domingo Cavallo reapareció esta semana con una publicación en su blog personal en la que afirmó que «el Gobierno parece sugerir que el cepo no se levantará durante 2025 e incluso que pude seguir en 2026», lo que le hizo contraponer una oferta «aún arriesgando un salto devaluatorio».
«En mi opinión no hay que descartar que el Gobierno se convenza, más pronto que tarde, que le conviene adelantar la liberalización y reunificación del mercado cambiario, aún arriesgando un salto devaluatorio», señaló el artífice de la convertibilidad en referencia al plan de Luis Caputo, actual titular del Palacio de Hacienda.
Desde las gradas y con ojo clínico de espectador experto, Domingo Cavallo analizó que «tanto quienes deciden inversiones financieras dentro del país, como los tenedores de deuda argentina en el exterior» muestran «preocupación» por no saber «cuál es el destino del cepo» y «como será el futuro sistema cambiario y financiero cuando éste se elimine».
«Esta inquietud es justificada a poco que se analice la magnitud y las características de las obligaciones del Tesoro, sobre todo las que deben pagarse o refinanciarse a lo largo de 2025», convino.
A modo de contrapunto de los dichos del economista Ricardo Arriazu sobre la caída de la administración de Javier Milei si había otra devaluación del peso, Domingo Cavallo matizó que podría darse «una fuerte devaluación, sin liberalización y unificación simultánea del mercado cambiario, podría provocar una crisis de gobierno».
Cavallo no descartó que «más pronto que tarde» el gobierno de Javier Milei -con o sin Luis Caputo al frente de la cartera de Economía- deberá «decidir la liberación y reunificación del mercado cambiario».
«El salto cambiario que ello supondría, lejos de reintroducir inflación galopante, puede marcar el inicio de un plan de estabilización definitivo, basado en la institucionalización de un sistema cambiario y financiero de competencia de monedas capaz de sostenerse indefinidamente en el tiempo», explicó.
«Este plan conseguiría no sólo la eliminación total de la inflación sino también una fuerte reactivación de la economía. Antes de explicar porque creo que esto puede llegar a ocurrir, voy a analizar el panorama fiscal y de la deuda del tesoro en lo que resta del año 2024 y en 2025», sostuvo.