El anuncio del Ministro Luis Caputo sobre una nueva emisión de deuda en dólares en el mercado local después de ocho años sorprendió al mercado el viernes, aunque en los días previos los inversores comenzaban a reclamar más precisiones sobre la estrategia del Gobierno para hacer frente a los compromisos financieros en 2026. Después de que la Secretaría de Finanzas diera a conocer la condiciones de la colocación, que se realizará este miércoles, en la City estiman que el Gobierno buscará fondos por entre US$1.000 y US$1.500 millones.

Si bien en lo concreto, a pesar de la épica que se le quiso poner desde el oficialismo, la nueva emisión de deuda no se trata de una «vuelta a los mercados internacionales», ya que se hará en el mercado doméstico, esta decisión si puede abrir la puerta para futuras colocaciones en el exterior.
«La licitación del nuevo Bonar 2029N es una señal positiva: si bien no implica una vuelta a los mercados internacionales, marca el regreso de Argentina a la colocación de deuda en dólares en el ámbito local», explicaron en Cohen y adelantaron: «Una colocación exitosa podría actuar como catalizador para la baja del riesgo país, al interpretarse como una señal inicial de que el Gobierno podría fortalecer las reservas internacionales mediante futuras emisiones de deuda».
La reacción del mercado luego del anuncio hizo bajar al riesgo país, pero el indicador se mantiene por encima de los 600 puntos. «Es razonable pensar que el riesgo país podría retomar una trayectoria descendente y quebrar la actual lateralización en torno a 640/650 puntos básicos, lo que habría habilitado una refinanciación a tasas más bajas», estimaron en PPI, a la vez que mostraron su sorpresa por las características del nuevo bono.
«El anuncio nos tomó un poco por sorpresa. En primer lugar, por el timing: esperábamos que la salida a los mercados internacionales se postergara hasta completar diciembre. Bajo nuestro escenario base, no vemos riesgos significativos para la acumulación de reservas que pongan en duda el pago de enero de 2026», apuntaron.
«Llama la atención que la estrategia oficial apueste por una duration relativamente corta. Desde nuestra óptica, lo más lógico era que las próximas incursiones en moneda dura apuntaran al tramo largo de la curva esperando a que este tramo opere en rendimientos de un dígito», añadieron.
La emisión en el mercado local le permite a Caputo «ganar tiempo», ya que para poder volver a colocar en el exterior se necesita el visto bueno del Congreso. El mes que viene, como primer desafío del próximo año, vencen US$ 4.300 millones en manos de bonistas internacionales y el Ministro confirmó que la colocación de esta semana se usará para cubrir parte de esos vencimientos.
«La medida busca atender parte de los vencimientos en dólares del 9 enero y los fondos obtenidos se destinarán principalmente a cancelar parte del capital de los AL30 y AL29 por aproximadamente US$ 1.200 millones», indicaron en Ia consultora Invecq. En tanto, en Cohen espera que el monto a colocar ronde entre los US$1.000 millones y US$1.500 millones.
Otra de las inquietudes de los analistas por estas horas es el costo que tendrá esta nueva colocación. El bono vence en noviembre de 2029, amortiza periódicamente y paga un cupón anual del 6.5%. Pero el rendimiento puede estar muy por encima. «Con los precios del cierre del jueves, es probable que el bono se adjudique con una TIR cercana al 10%, alineada a los rendimientos actuales de los bonos hard-dollar comparables –lo cual conoceremos con exactitud el miércoles próximo-«, aclararon en Invecq.
«La curva de Bonares —con el AL29 y el AL30 rindiendo entre 9,8% y 10,8% TIR— sugiere que el nuevo bono podría salir cerca del 10% TIR. Sin embargo, el Gobierno buscaría emitir a un dígito (9%) para anclar expectativas de cara a una próxima colocación en el exterior», sumaron en Cohen.
«Una licitación por debajo del 9% significaría la apertura total a los mercados de deuda y habilitaría a un rally de los bonos argentinos»,afirmaron por su parte en Delphos. En esta misma línea, Emilio Botto, Jefe de Estrategia de Mills Capital Group. apuntó: «Un resultado razonable y exitoso para el Gobierno sería colocar la deuda a una tasa efectiva que ronde el 9%”, a la vez que destacó que el cupón de 6,5% anunciado y las características del bono representan un «premio» más alto para los inversores, sobre todo los que administran grandes capitales.
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