El jueves 5 de diciembre cuatro adolescentes ingresaron a un edificio abandonado, conocido como el «Hotel Añaza», que se encuentra en la costa de Santa Cruz de Tenerife, la más grande de las islas Canarias de España, frente a África Occidental. Lo que iba a ser una «travesura» entre amigas culminó con la trágica muerte de una joven de 13 años.
A las 19:00 horas las tres compañeras de la víctima alertaron a los servicios de emergencia. Traumatizadas y en shock aseguraron haber visto a su amiga caerse desde un quinto piso.
En cuestión de minutos acudieron patrullas de la policía local, varias unidades de los bomberos del Consorcio de Bomberos de Tenerife y dos ambulancias.
Conmoción en Santa Cruz de Tenerife por el fallecimiento de una menor de 13 año que cayó este jueves desde el quinto piso del hotel abandonado de Añaza
Al llegar hallaron a la niña inconsciente y gravemente herida. Yacía sobre un afloramiento rocoso a la vera de la playa. Le realizaron maniobras de reanimación, pero su estado era crítico y pese a los esfuerzos no sobrevivió.
La adolescente de 13 años fue declarada fallecida en el lugar, y las autoridades abrieron una investigación para determinar las circunstancias del suceso.
En diálogo con el noticiero local de Radio Televisión Canaria (RTVC), las autoridades indicaron que revisarán las grabaciones de las cámaras cercanas, realizarán la toma de declaración a testigos y harán un estudio pericial de la estructura para determinar la altura exacta desde la que la menor se cayó.
El Hotel Añaza, abandonado hace medio siglo en Tenerife. (Foto: Wikipedia Commons/Mike Peel)
Aclararon que por el momento se descarta la intervención de terceras personas en la caída accidental, y se protege la identidad de la víctima mientras avanza la causa.
La autopsia está prevista para el viernes en el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife, y el informe determinará la causa de la muerte.
El «Hotel Añaza», un gigante abandonado desde 1975
La muerte de la menor dejó consternado al barrio y reavivó el reclamo social de medidas concretas. Debido a los trágicos antecedentes, algunos vecinos llaman a la construcción inconclusa el «monstruo de Añaza».
La obra comenzó en 1973 al mando de una empresa alemana que proyectaba un complejo de habitaciones con vistas de lujo frente a la costa de aguas turquesas, pero todas las tareas se detuvieron en 1975, y jamás funcionó como alojamiento.
El edificio lleva más de 50 años vacío y presenta riesgos estructurales: huecos de ascensores, ventanas y balcones abiertos sin ningún tipo de protección ni señalización, además de vallados perimetrales que son vulnerados con frecuencia.
Cinco muertes y un pedido de demolición urgente
Varias asociaciones vecinales presentaron reclamos en el pasado, y aseguran que se trata de la quinta víctima mortal registrada. En 2017 se reportaron cuatro fallecimientos, tres calificados como «accidentes» y uno como presunto suicidio.
El Hotel Añaza por dentro: grafitis, basura y peligro. (Foto: redes sociales)
Los últimos años se convirtió en un lugar frecuentado de manera clandestina por muchos adolescentes, que comparten fotos y videos en sus redes sociales.
Algunos incluso se filmaron saltando de un balcón a otro, arriesgándose a una caída fatal, y ese tipo de contenido generó aún más visitas en horas de la noche.
En Google Maps hay imágenes recientes del gigante de concreto, donde se ven todas las habitaciones semiconstruidas, y demuestran los peligros que afrontan todos aquellos que suben a las plantas más altas.
Selfies donde el precipicio se observa detrás de los protagonistas, primeros planos de sus zapatos al borde de los balcones sin baranda, todo tipo de grafitis del interior abandonado y botellas de bebidas acumuladas.
A raíz de los antecedentes, el Ayuntamiento de Santa Cruz y el Cabildo de Tenerife- el órgano de gobierno de toda la isla- acordaron una subvención para costear la demolición del edificio, y tras este nuevo incidente fatal los vecinos exigen que se aceleren los trabajos.
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