El exmandatario de Perú había logrado dejar el penal de Barbadillo, tras permanecer 15 años preso por delitos de lesa humanidad, justamente por problemas de salud.
Alberto Fujimori, el expresidente de Perú que pasó 15 años en prisión por delitos de lesa humanidad, falleció este miércoles en Lima.
«Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. Gracias por tanto papá!», escribió su hija mayor, Keiko, en la red social X, para confirmar la noticia.
La salud de Fujimori había empeorado en los últimos meses, razón por la cual vivía en la casa de Keiko, junto a ella y sus nietos en el distrito limeño de San Borja.
Sus inconvenientes de salud incidieron para que la justicia de su país le permitiera dejar el penal de Barbadillo, donde también están alojados otros ex mandatarios peruanos: Pedro Castillo y Alejandro Toledo.
El exmandatario, de 86 años, ocupó el cargo entre 1990 y 2000, y había sido condenado a 15 años de prisión por vulnerar los derechos humanos, delito por el cual estuvo encarcelado hasta diciembre del año pasado, tras un polémico indulto.
Por su parte, la administración de la actual presidenta Dina Boluarte afirmó en un comunicado que «seguirá estrictamente los protocolos fijados por la cancillería»; por lo que le rendirán honores de Estado.
Durante los últimos meses Fujimori había tenido un papel activo en las redes sociales, tratando de limpiar su imagen, y hasta se afilió al partido Fuerza Popular, liderado por su hija Keiko, quien ya se postuló en tres oportunidades a la presidencia, aunque nunca logró su objetivo.
De todas maneras, Keiko aseguró que su padre era la carta principal de su agrupación de cara a las elecciones generales del año próximo: «es él quien debe llevar la batuta. Yo dejaría que sea mi padre el líder de esa plancha presidencial».