Prensa Explícita La realidad al desnudo
Había dejado la actuación para dedicarse a las carreras de autos como su padre.
El actor Chad McQueen, conocido por su papel en las películas de «Karate Kid» e hijo del fallecido actor y piloto de carreras Steve McQueen, murió a los 63 años.
Arthur H. Barens, abogado y amigo de McQueen, fue quien dio este miércoles la noticia pero no reveló la causa del fallecimiento. El jueves, su esposa Jeanie y sus hijos Chase, Madison y Steven compartieron un comunicado en Instagram este jueves por la tarde anunciando confirmando la noticia.
«Su notable trayectoria como un padre amoroso para nosotros, junto con su compromiso inquebrantable con nuestra madre, verdaderamente ejemplificó una vida llena de amor y dedicación. Su pasión por las carreras no solo destacó su talento excepcional, sino que también sirvió como una forma de honrar el legado de su padre, un testimonio de los valores inculcados en él», dice el comunicado.
Y continúa: «Él nos transmitió su pasión, conocimiento y dedicación y continuaremos no solo su legado sino también el de nuestros abuelos».
La familia pidió privacidad mientras «recordaban y celebraban su extraordinaria vida».
McQueen siguió los pasos de su padre, Al igual que su padre, McQueen se dedicó a la actuación y a las carreras de coches. Se hizo famoso por su papel de Dutch, el villano de «The Karate Kid» de 1984 y su secuela dos años después.
Además, protagonizó «New York Cop», «Squanderers» y «Red Line». Su vida luego tomó otro rumbo, se enfocó en carreras, corrió profesionalmente y compitió en las famosas 24 Horas de Le Mans y las 24 Horas de Daytona antes de sufrir una serie de lesiones al volante.
Más tarde fundó McQueen Racing, una empresa que crea coches, motos y accesorios personalizados. Su hijo Chase, que también corre, y su hija Madison dirigen ahora la empresa.
«Ya no me divertía actuar así que decidí dedicarme por completo a las carreras», dijo McQueen en una entrevista de 2005.
